27.2.09

Agorafobia

Despertarse un día en mitad de la nada.
Conservar el gusto de tu impaciencia y la serpiente por dentro.
Mirar sin objetivos cerca.
Hablar no sirve de nada.
El humo que se escondía en la sangre
hoy no tiene existencia.
El dolor que pudre la vida
se intensifica.
La nada blanca o la nada negra.
No importa el color sino la vena.
El aire puro no llega.
La vida... me veo que se la llevan.
De nada sirve.

26.2.09

Lágrima gemela

Cuánto tiempo he tenido que llorar hasta encontrarte. Cuántas lágrimas he tirado hasta hallarte y ver que eres mi gota gemela. No me defraudas ni te defraudo. No me implicas ni te pido. Siempre velas hasta sin conocerme, en mis ratos de salón oscuros. En momentos que no te necesito, tampoco apareces, pero lates. En blancos soles me animo. Pienso que estás aún cuando no estás. Te siento cerca cuando cruzamos las almas en cualquier momento instantáneo. Sé que, aun tarde, los pensamientos son nuestros mismos latidos.

20.2.09

¿Hay algo más necesario que estar solo? Significan los colores de la amargura y la felicidad de la plenitud. Vuelven oscuros los pesares pero la libertad se dignifica. Sienten los ojos que se quedaron sin ver y las lunas que se resistían al salir. Mueres por dentro y mueres solo. Muchas palabras que se vacían al oir las nubes de humo de los alrededores que intoxican la alegría. Te da tiempo incluso a odiar a quien nunca has conocido, a quien conociste demasiado o a quien ignora la forma que sientes.

20 Días

20 días sin ti:eternidad. Recordando lo que pasó, de lo que fue y de lo que iba a ser. Quedo mirando estampas de sueños que quería cumplirse y me quedo embelesada queriendo dormir junto a ti. 20 días que no te oigo, que no te escribo que me pregunto hasta cuando durará esta ausencia de esperanza bienvenida. Días que no pasan sin que te mente, te murmulle de noche o que mi pecho se comprima. Mis deseos vuelven a montarme en un placa flotando en el mar, aquel que siempre deseamos ver pero el siempre se tapó los ojos.

27.12.08

te acomodas y ya está

La rabia del sacrificio que vierten mis sangres no es otra sino de impotencia y malgaste. La desesperación que empleo en registrar amores impregnados con hechos vuelve a recordarme el abismo de la situación. Las vivas que saltaban dentro de mis entramados regulan mi animación y mi percaz. Sientes que no vives sin olvidar los vuelcos y las canciones mientras rememoras historias pasadas que llevan nombre de olvido. No todo luce de igual manera dependiendo de su luz, sino dependiendo del cuerpo en el que la luz se refleje.

9.12.08

Casualidad

Si digo que hace ciertas semanas estaba buscándote en un piso que no era el tuyo, y que había sofás verdes rotos desordenados con papeles de periódico en el suelo destrozados. Si digo que no era tuyo pero vivías allí. Pero es que la casualidad es que conocía a la persona de aquel piso de mi sueño. Te vas ahora, pero vives aquí. Al lado. Ahora tiemblo al recordar la casualidad de que estabas en otro sitio pero te quedabas conmigo mirando tras el sofá y el cristal sucio translúcido. Como viejo. Como encima de mí. Cansado.

8.12.08

Apagón

Húmeda se apagó la luz.
Te deseé. Tú a mí.
La luz paró nuestros relojes,
nuestro tiempo.
Sentíamos los cuerpos calientes.
Porque lo sabíamos.
El frío recorría mi cuerpo
y tú en la distancia lo quemabas.
La luz se fue.
Solo tu y yo.