27.6.08

Año

¿Qué es amar en realidad? Todo el mundo lo hace. Día y noche. Nadie consigue una respuesta. Amar es no olvidar a esa persona en la distancia por mucho que pase el tiempo, es anteponer tu felicidad para hacerle feliz, es dar sin recibir nada a cambio, entrega, sacrificio. Son besos que se dan en bocas repletas de pasión, son caricias que se reciben cuando tu estado de ira es dimensional, es saber dar un abrazo en el momento indicado. Es estar en el momento justo de necesidad, es penetración de sentimientos. Son cosquillas que se sienten a través de una voz en un teléfono, son las olas de la playa rozando tus pies, son cometas que vuelan enganchadas a corazones arrastrados para que el viento las levante. Amar es mirarte, amar es llorar cuando lees cartas, cuando sientes calor en el momento más inesperado, cuando recuerdas que estuviste enamorado de una persona que no lo sospechaba y ni te miraba, cuando no duermes y te pones nervioso al saber que va a coger a esa persona de la mano al caminar. Es decir a la cara del otro tus verdades, tus inquietudes, tus lágrimas y tus derrotas. Es tener un hombro donde llorar, patalear y cogerse en el momento de la caída. Es secar esas lágrimas con un beso en la mejilla, vivir momentos de alegría extrema, y vivir pasiones bajo la luna en una playa llena de velas. Amar es tener un nudo en la garganta y apoyar tu destino; es desear que tu vida fluya a lo largo de la sangre de ese río, contar los secretos más delicados y confiar apretando los ojos. Porque las cosas racionales cuando existen sentimientos por medio pierden todo su sentido.

13.6.08

Tarde frente a la ventana

Oigo el ruido de un helicóptero en mi cabeza pero es solo imaginario pues la ventana es blanca. Mi estómago se hace añicos cuando evitas un beso a otra por estar yo delante. Y lo retrasas en vez de negarlo. Corro despavorida a encaramarme a algún coche que me arrastre a la muerte. Uno verde con una señora asustada. Temo a mis sueños, odio a mis miedos. La lejanía me llama y quizá acuda a ella tenebrosa y maherida por presagios coléricos. No deseo separar mi piel de mi sangre, no hay deseo que me impulse a acercarme a lugares frondosos que sé que me pueden alejar de ti. Que no quiero un deseo que se cumple llanamente sin felicidad y que quiero escuchar esa canción una y otra vez y llorar hasta quedarme seca de aliento. Dan mucho que comer las tardes en mi ventana. A veces devoran el seguimiento de mi propio equilibrio.

4.6.08

Serpientes

Corre mi grupo por la ventana polvorienta. Es algo francés. Es un té, quizá un mantel de cuadros corto en una mesa cochambrosa y llena de azúcar. Nuestras miradas son las mismas, las de la sonrisa seguida, las de la intensidad de las noches en el coche. Corre mi grupo con una maleta y les veo la cara y el cabello. Desprevenida me besas y acepto, pero me doy cuenta de lo que tengo y reacciono ante la mentira. Dije una palabra en voz alta qno recuerdo y te miro mientras te evaporas. Me quedo sola allí pero disfrutando del bar color marrón y de paredes de madera.