HF and tears in the bed

Sometimes... a word surrounding my head.
Sometimes... a word spreaded in your mouth
Feeling of possession when I'm nothing in you
when my head is hanging around
and I don't know what to do
Your touch, your lips,
your angelical mouth
your blurred eyes
made my soul complete
Never fade away
no so far away
Feeling a strange gap of emptyness
never to come with me
feeling bellyaches and heads
and there are no strips for me
Smell me when you fuck me
scream if you want to know
what is actually in your heart
that sunlight cannot leave to live outside

Las Fotos

Cada vez que tomamos una fotografía es para recordar algo bonito. Esperamos deseosos en la tienda de revelado pero no nos atrevemos a mirarlas por vergüenza pero sabemos que en cuanto tengamos un poco de tiempo las miraremos. En el autobus mientras las resguardas para ti mismo, sonries y la gente que te mira pregunta ¿cuál es su recuerdo?¿qué habrá en la foto?. Interiormente no tomes una foto de nadie llorando o de algo maloliente, sino toma una fotografía de tus recuerdos que no puedes listar en tu memoria pero si en un papel. Hoy he repasado algunos momentos de mi vida, algunos que jamás serán los mismos, pero sí serán mios. Y cuando los he mirado, he sonreido.

Parada

Ayer quedamos de nuevo. Una sudadera, una bicicleta, un beso. Observaciones minúsculas, frío o calor incesante. Tú distraído, yo nerviosa. Fuera del bar: tormenta. Vinos, risas, emociones. Momentos para grabar a fuego en la memoria. Sensación de lluvia, pasos aventureros en mitad de la noche, en mitad de la ciudad iluminada. Tú conduces, yo observo por la ventana mientras el aire remueve mi flequillo. Y nos encontramos juntos, parados, nos tocamos. Tras ello, dialogamos y lloro. Todo es precioso, pero lloro.No hay razones mas que los mismos deseos y el paro del tiempo. Y vuelvo a casa agarrada de tu mano sin que me sueltes y serpenteando con las luces que se ven desde encima de la ladera, callada. Callada.

Café

¿Quedamos para tomar un café? Quedamos para contarnos cosas de nuestra vida, cosas escalonadas, con demasiados o con pocos detalles según el inteés que pongamos. Pero no podemos evitar que en elrincón del café alguien nos escucha, ya sea la mesa de al lado, los cuadros o el camarero que sirve un batido bien frío o un café descafeinado. Las servilletas son nuestra arma de destrucción en posesión y nuestros sentidos pura atención a unos oídos mudos. De repente echas de menos a personas que aparecen en tus historias o inventas detalles como si creases una película que jamás se llega a realizar. Bebemos al mismo tiempo y la sabiduría llena espacios desconocidos entre ambos, imágenes que no se llegan a idealizar, palabras cambiantes que nos evolucionan a un cambio personal y nos hacen extraños al compartir...

Otoño I

Me he dado cuenta que puedes alegrarle el día a alguien solo con una sonrisa
y que no se deje de pensar en esa sonrisa para él significa mucho más.
Un alegría indefinida, un traspaso de varios meses
un sentir extraño aunque sin preguntas
una confianza sin sentimientos orales pero con amor interno.
Un viaje fuera, la arena que me mata
que me inunda y que me quema.
Un viaje anterior y una promesa posterior con risas
¿Cómo te sientes tu ahora?
Hilos del pasado vuelven a moverse en mi interior
mas repito incesante tu falta en mi por instantes
y mis pensamientos grises vuelven a aparecer este otoño:
cuando el clima de Inglaterra vuelve a vivir en mi
las temperaturas me llevan a viajar a una estación de tren
y por dentro encoje mi ser estrujándose como cual trapo empapado.
Aunque no lo olvido: Puedo alegrarle a alguien el día con una sonrisa.

NO ES ASÍ COMO ME MARCHO

Alas encadenadas
ira conservada y enlatada
lágrimas que salen sin esfuerzo
palabras dictatorias en el aire
sesiones agotadas en abismo.

Impureza clara
dolor invisible
angustia viva y roja
vida desgastada o malgastada.

Almas encarceladas
desentierros supurados
ojos desenfrenados
disputas interminables fracasadas.

No es fácil rozarle a alguien los ojos y mucho menos el alma. He pensado en esto y en que me gusta la continuidad, ese pasar de los días que no impide el recuerdo. Porque te recuerdo, hostia si te recuerdo. Mi cuerpo sigue pequeño y flotante, pero mi alma es mucho más grande, un 75% más grande que la última vez que nos vimos en aquella calle. La he llenado de un montón de cosas, también de tu risa y de tu mirada, y es feliz. A veces es tremendemente feliz y se merece serlo. Estos días estoy apasionado por todo, lo devoro todo insaciable y queria decirtelo, solo porque sí.