8.10.07

Café

¿Quedamos para tomar un café? Quedamos para contarnos cosas de nuestra vida, cosas escalonadas, con demasiados o con pocos detalles según el inteés que pongamos. Pero no podemos evitar que en elrincón del café alguien nos escucha, ya sea la mesa de al lado, los cuadros o el camarero que sirve un batido bien frío o un café descafeinado. Las servilletas son nuestra arma de destrucción en posesión y nuestros sentidos pura atención a unos oídos mudos. De repente echas de menos a personas que aparecen en tus historias o inventas detalles como si creases una película que jamás se llega a realizar. Bebemos al mismo tiempo y la sabiduría llena espacios desconocidos entre ambos, imágenes que no se llegan a idealizar, palabras cambiantes que nos evolucionan a un cambio personal y nos hacen extraños al compartir...