23.3.08

Cádiz

Volamos por calles desconocidas llenas de sonrisas suaves como la arena de la playa que un día tocaste. Vivimos un ensueño de claridades y oscuridades que nos hacen más cómplices aún. Entramos en una alegría ilusionada que nos lleva a compenetrarnos y a hacer que me acurruque a tu lado cuando duermo y sentir tu alma pegada a mi espalda. Los llantos de las nubes me suben a un frío y desconocido lugar que me muestras sin titubeos y me calman mi aliento al querer besarte...